«Creo, Elrond, que en este asunto sería mejor confiar en la amistad de estos hobbits que en nuestra sabiduría.»
–Gandalf el Gris
En el quinto día salimos de La Hiruela (Rivendel) y atravesaremos terrenos montañosos para dirigirnos hacia el valle escondido de Puebla de la Sierra (Moria) donde destacan las calles llenas de construcciones de piedra. En este lugar nos rodean robles centenarios junto una gran variedad geológica: pliegues, crestas rocosas, minerales…
«-Es usted duro tratando de irse sin mí y todo lo demás. Si yo no hubiese adivinado la verdad, ¿Dónde estaría usted ahora?
-A salvo y en camino.
-¡A salvo! – dijo Sam-. ¿Solo y sin mi ayuda? No hubiese podido soportarlo, sería mi muerte.
-Venir conmigo también puede ser tu muerte, Sam -dijo Frodo y entonces yo no hubiese podido soportarlo.
-No es tan seguro como si me quedara -dijo Sam. -Pero voy a Mordor.
-Lo sé de sobra, señor Frodo. Claro que sí. Y yo iré con usted.
-Por favor, Sam -dijo Frodo-, ¡no me pongas obstáculos! Los otros pueden volver en cualquier instante. Si me encuentran aquí, tendré que discutir y explicar y ya nunca tendré el ánimo o la posibilidad de irme. Pero he de partir en seguida. No hay otro modo.
-Sí, ya lo sé -dijo Sam-. Pero no solo. Voy yo también, o ninguno de los dos. Antes desfondaré todas las barcas.
Frodo rió con ganas. Sentía en el corazón un calor y una alegría repentina.»
Amistad es una compañía guiada hacia el destino. A pesar de la fragilidad de cada uno, el camino hacia el crecimiento y la maduración (en definitiva, el destino propio) está lleno de esperanza si ese camino es acompañado.
Unas relaciones que comienzas de forma sencilla, casi fortuita, o incluso parten de la servidumbre (como el caso de Sam y Frodo, o de Merry y Theoden) o de la enemistad (como Légolas y Gimli), maduran en la búsqueda del destino último y la lucha por el bien, llegando al punto de dar la vida unos por los otros (Gandalf o Boromir se sacrifican por sus compañeros). La compañía del Anillo son los que acompañan al Portador al Monte del Destino.
En Sam esta realidad se muestra de manera absolutamente explícita y como una vacación: En las obras de Tolkien la soledad conduce a la desesperación en primer lugar y a la perdición después como en Saruman o Denethor. Sin embargo, las hazañas grandes o pequeñas siempre se alcanzan gracias a estar acompañado.
«Creo, Elrond, que en este asunto sería mejor confiar en la amistad de estos hobbits que en nuestra sabiduría.»
–Gandalf el Gris
Te proponemos un viaje único en tu vida, en el que descubrirás cómo destruir tu anillo, te harás consciente de la compañía que te rodea y te llenarás de la esperanza de que las grandes historias, como la tuya, siempre acaban bien.
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