«Conozco uno o dos caminos para salir de Bree, además de la ruta principal – dijo Trancos. Una vez que nos libremos de perseguidores, iremos hacia la Cima de los Vientos.
-¿La Cima de los Vientos? -dijo Sam-. ¿Qué es eso?
-Es una colina, justo al norte de la ruta, casi a medio camino entre Bree y Rivendel.
Domina todas las tierras vecinas y tendremos la posibilidad de mirar alrededor.»
En el segundo día salimos de Buitrago del Lozoya (Bree) y nos adentramos en un bosque de encinas y pinos. A lo largo del camino nos encontraremos con la Cima de los Vientos y llegaremos a Madarcos (Casa de Tom Bombadil), uno de los pueblos más pequeños de la Comunidad de Madrid, pero incluido por la Unesco en la Reserva de la Biosfera de la Sierra del Rincón.
«Pero a medida que el tema prosperaba, nació un deseo en el corazón de Melkor: entretejer asuntos de su propia imaginación que no se acordaban con el tema de Ilúvatar, porque intentaba así acrecentar el poder y la gloria de la parte que le había sido asignada.»
Ilúvatar les propone a los Ainur, a partir de un tema, componer en armonía una Gran Música. Melkor pretende interpretar su propia música. (Ainulindalë, El Silmarillion)
El mal existe y es algo real. Dentro y fuera de nosotros. En los relatos de Tolkien el mal surge de una caída, de un bien que se rebeló contra su destino porque intentó perdurar más allá del fin para el que fue creado. El mal se origina por no reconocer al Creador, por la tentación de la soberbia, por la ilusión de sentirse poderoso por sí mismo, seguro, independiente, soberano, por querer atrapar, poseer, las cosas que debe soltar.
Sus consecuencias son la soledad, la oscuridad, la manipulación, la codicia, la traición y el poder usado para someter a otros. El mal nos destruye, nos desfigura, nos hace creernos más libres cuanto más esclavos somos de él. El mal no engendra nada que perdure, porque se agota en sí mismo. Ansía la mortalidad pero no el infinito.
«Conozco uno o dos caminos para salir de Bree, además de la ruta principal – dijo Trancos. Una vez que nos libremos de perseguidores, iremos hacia la Cima de los Vientos.
-¿La Cima de los Vientos? -dijo Sam-. ¿Qué es eso?
-Es una colina, justo al norte de la ruta, casi a medio camino entre Bree y Rivendel.
Domina todas las tierras vecinas y tendremos la posibilidad de mirar alrededor.»
Te proponemos un viaje único en tu vida, en el que descubrirás cómo destruir tu anillo, te harás consciente de la compañía que te rodea y te llenarás de la esperanza de que las grandes historias, como la tuya, siempre acaban bien.
Teléfono/WhatsApp y Reservas:
+34 686927413 English and spanish speakers:
Buzón de Sugerencias / Quejas:
info@elcaminodelanillo.com
Buzón postal:
FUNDACIÓN LAUDATO SI
C/ Bailén, 8
28013 Madrid
El Camino del Anillo es un programa gestionado por la Fundación Laudato Si (Arzobispado de Madrid)